Hoy haré mención a un cortometraje muy especial y singular. Empecé a visualizarlo y me sorprendió por su sensibilidad, imaginación, la historia, la música, la ambientación. Me fascinó. El cortometraje llamado Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Lessmore ganador al mejor cortometraje de animación en los Oscar 2012. Está realizado por el autor e ilustrador William Joyce y dirigida por Brandon Oldenburg.
Morris escribe cada día en su libro, sus anhelos, sus penas, sus alegrías, sus sueños... Pero un buen día aparece un terrible huracán y lo atrastra lejos de su ciudad. A un mundo dónde todo es triste y gris, dónde su libro aparece junto a él en blanco, sus letras han volado, no están. Se apodera de él la tristeza, la soledad. Todo lo que él ama se ha desvanecido. No existen los colores. Pero descubre una casa llena de color, llena de libros que vuelan libres por la casa, donde podrá saciar sus ansias de escribir, de soñar y de imaginar. De volver a ver la vida en color. Es un hombre que dedica su vida entera a estar entre libros. Los cuida, los arregla, los observa, los contempla. En definitiva, los ama. Vive para ellos y por ellos. Su vida gira entorno al libro y a todo lo que a él se refiere, la encuadernación, los colores, el papel, los tamaños, el olor a papel, las tipografías... Hasta que un día se ha de separar de ellos para dejar paso a los demás. Pero la historia vuelve a empezar...
Nosotros envejecemos, los libros perduran. Tienen vida mientras haya alguién que los lea, que pasen sus páginas, que sueñen, que vivan historias en otros mundos. Los libros nos hacen volar, imaginar, estar vivos, nos llevan lejos, a veces muy lejos.
Es un precioso homenaje al amor por los libros. Nos transporta a través de una viaje mágico. A redescubrir cómo los libros solo viven si los leemos. Dedicado a los amantes de los libros. A los que dedican su vida a ellos. A los que les apasiona tanto leerlos como crearlos, escribirlos o darles forma, darles vida.